Los callos y durezas son un engrosamiento de la piel como reacción defensiva y protectora a zonas localizadas del pie que se ven sometidas a una excesiva presión o rozamiento continuado. Los callos pueden ser muy dolorosos y molestos y suelen estar causados por el uso de un calzado inadecuado o por defecto en la estructura ósea del pie.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se hace en la consulta mediante una inspección clínica y con las indicaciones del paciente en cuanto al dolor o severidad.

TRATAMIENTO

El tratamiento paliativo típico es el deslaminado del mismo, eliminando la piel engrosada. A veces, se puede evitar su reaparición mediante el uso de calzado fisiológico y en otros donde el origen es un defecto en la pisada, mediante el uso de plantillas personalizadas.

SIN TRATAMIENTO

Además de ir el dolor en aumento, si no se eliminan o se usan métodos caseros inadecuados, se pueden provocar heridas e infecciones y esto puede convertirse en un problema serio, especialmente en pacientes diabéticos.