Pie de Atleta

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El llamado Pie de Atleta es una infección en los pies provocada por hongos y su denominación médica es tiña podal. Esta afección puede durar por poco o mucho tiempo y puede reaparecer después del tratamiento.


Además de los dedos del pie, también se puede presentar en los talones, las palmas de las manos y entre los dedos de las manos. El hongo prospera en áreas cálidas y húmedas.


Es contagioso y se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines y superficies de piscinas, duchas, gimnasios y zonas públicas donde se transite descalzo.


El síntoma más común es la piel agrietada, en escamas y que se desprende entre los dedos de los pies o en los lados del pie. Generalmente provoca enrojecimiento en la piel, picazón, ardor o escozor y en algunos casos incluso ampollas que supuran o forman costra.

 

DIAGNÓSTICO

 

El diagnóstico se suele hacer en consulta por observación directa y por la sintomatología que revela el paciente.

 

TRATAMIENTO

 

Es recomendable un tratamiento con un antifúngico de amplio espectro que por lo general controla la infección.


En algunos casos rebeldes puede ser necesaria la obtención de una muestra de piel que se envía a un laboratorio especializado para que identifique el tipo concreto de hongo.


Para que sea el tratamiento efectivo es necesario aplicar el antimicótico según la pauta establecida por el podólogo y continuar aplicándolo de 2 a 3 semanas después de la desaparición de los síntomas.

 

SIN TRATAMIENTO

 

No tratar el Pie de Atleta puede causar infecciones bacterianas, celulitis e infección fúngica en las uñas.

 

PREVENCIÓN

 

1)  Secar bien los pies después de lavarlos, especialmente entre los dedos.


2)  No dejar los pies en agua caliente más de 10 minutos.


3) Cambiar los calcetines y el calzado diariamente. Siempre que sea posible, llevar zapatos transpirables de piel o materias naturales.


4) Evitar las rozaduras causadas por zapatos que no se ajusten adecuadamente.


5) Utilizar zapatillas en gimnasios, piscinas, vestuarios y duchas.


6) Si usted o algún miembro de su familia padece pie de atleta, evite caminar descalzo por alfombras y moquetas.